Ministros en dramaturgia primaveral.

El ciudadano medio no se percata de las maniobras del Leviatán Español . Sueña y espera un futuro mejor con las primeras flores de la primavera, el olor a azahar de los patios, la blanca corona de la jara en la serranía y el sonido tintineante de las terrazas. Pero allí arriba donde sólo entran los que un día pasaron, donde sólo gobiernan los que otrora medraron, se percibe el rumor de las carteras. Despejado el puesto del actor principal se contratan nuevos apuntadores como el famoso Miguel Boyer. El que fuera Ministro de Economía y Hacienda del primer Gobierno de Felipe González y luego miembro de la conservadora FAES, vinculada al Partido Popular ha sido nombrado Presidente de la Comisión Asesora de Competitividad. Este nombramiento, impulsado por la ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado responde a otro viraje a estribor del Gobierno. El objetivo de estos asesores será elaborar indicadores de productividad y competitividad que avalen el proceso de reformas estructurales del Estado del Bienestar hacia un estado liberal. Pautar según el argumentario de la erudita escuela de Chicago, desdeñando así la colaboración de Stiglitz y otros asesores de la primera legislatura. Precisamente, el Ministro de Economía de aquella primera legislatura, Pedro Solbes, anda atareado por su nombramiento como miembro del Consejo de Administración de la empresa Enel. Tal vez como recompensa a la labor gestada para que la italiana comprase Endesa. Las eléctricas, el primer día de abril nos subieron la tarifa del suministro energético, como también lo hicieron las que nos proveen el gas. El poder adquisitivo del ciudadano disminuye en cada viraje a estribor, y con esto su afección por la política de alta alcurnia. Sabe que el que vendrá no será mejor que el que se va. Pero sueña en el futuro, en sus propias fuerzas para cambiar las cosas, porque lo contrario es dimitir de la vida. Y eso, ni por dinero.

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