La vuelta al cole con nuevo IVA.

Muchos padres tras el solaz veraniego se encontrarán con una factura al alza en el material escolar de sus pequeños.

Muchas ciudades este verano apenas han notado la época de vacaciones. En Granada muchos hemos vuelto a la época del Sanitex, en ese ir y venir a la Costa Tropical.
Ese compás de espera, esa obliteración del gasto no fue sino anticipo del que habrá estos días con ocasión del inicio del curso escolar.
Los estuches y todo lo que en él se alberga subirá desde el cuatro al veintiuno por ciento en esta alcabala contemporánea a la que llamamos IVA. 
Los materiales de manualidades y las mochilas de los pequeños harán lo mismo. 
Cosa diferente son los libros de texto reglados que se mantienen en el tipo impositivo de siempre. 
En tiempos de la EGB, cuando en este país se formó quizás a  la generación mejor instruida de todos los tiempos, los libros se prestaban de un curso para otro. De ahí que la primera tarea del alumno, o de su progenitor, fuese revisar el estado del mismo y  forrarlo. Los ejercicios debían realizarse en un cuaderno  aparte copiando el enunciado, de tal modo que se protegiese la integridad del manual y se ejercitase la ortografía del estudiante. Por supuesto no teníamos agendas. Lo más, alguna anotación en el cuaderno  de la asignatura pertinente.
No sé si el método era el más adecuado, pero puedo asegurar que era eficiente y transmitía ciertos valores que jamás debieron perderse en este país.

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