Aprovechando la coyuntura de un paro juvenil desorbitado, la CEOE y Cepyme hablan abiertamente de un contrato especificamente destinado a jóvenes, en el que cobrarían 645 euros mensuales. Esto es, el Salario Mínimo Interprofesional vigente.
La cuestión es que este tipo de contrato, salvo reforma legal, contravendría muchos de los convenios colectivos que tienen contempladas unas retribuciones superiores.
Quizá la cuestión principal no sea el coste salarial, puesto que la brecha entre los directivos y los trabajadores cada vez es mayor. El quid es la enorme congestión del crédito y por ende, la necesidad de tomar medidas para dinamizar la economía.
Este puede ser un buen año para esos jóvenes en los que está pensando la patronal. Conditio sine qua no es que emprendan con proyectos innovadores. Eso significa que deben ofrecer productos y servicios originales que les permita conseguir una buena correlación entre ingresos y gastos. La imaginación es un activo más en cualquier empresa.
Por que sinceramente, nadie va a ir a buscarlos a su casa. Tendrán que tener iniciativa, formarse e interesarse por todo lo que ocurre a su alrededor. La cuestión no es tener un máster más o menos, sino ¿para qué sirve esa formación?. ¿Qué habilidades y conocimientos pueden ser útiles a la sociedad?. Hoy en día no hay carreras con salidas o sin ellas. Hay personas que saben utilizar esos conocimientos para algo. Y mientras más se conoce, mientras más se sabe, más se puede aportar.
En conclusión, las soluciones deben implementarse para un medio o largo plazo. Todo lo que sea ir a río revuelto es perjudicial para todos. Para la gran mayoría de trabajadores y autónomos de este pais.
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