La Ley Orgánica 15/1999 de13 de Diciembre viene a proteger el derecho constitucional de la intimidad personal, en concreto los datos de la persona, para lo cual se crea la Agencia de Protección de Datos.
Sin embargo en todo este tiempo, siendo un Estado liberal privatista, no se han aplicado suficientes garantías para proteger ese iusnatural don que es la intimidad.
Además del control que se nos practica a traves del sistema GPS, gracias al uso del teléfono móvil, existen otros métodos no ya de control si no de intimidación que vulneran los más elementales derechos de la persona.
Es frecuente que a determinadas personas por un involuntario impago en telefonía móvil o servicios de internet que no se disfrutan realmente, una empresa de gestión de cobros llegue a acosar al cliente para que pague, aunque fuere una nimia cantidad. Otra fórmula poco garantista de derechos es la practicada por empresas de crédito y caución, que sin advertir la situación real, mantienen las estadisticas ad aeternam.
Más preocupante me parece la alquimista y desordenada afluencia de empresa de nuevo cuño, que vendiendo su carácter sociólógico, no se preocupan de elaborar ni siquiera la ficha técnica de sus estudios (ni población,ni muestra, ni desviación típica...). Incluso muchas de estas estadísticas influyen en nuestros comportamientos de consumo y en nuestro pensamiento. Otra vez pienso que toman al común mortal por inepto.
Por todo ello, pienso que los Colegios Profesionales, sean de Economistas, Politólogos y Sociólogos, e incluso de Abogados, deberían marcar unas líneas divisorias entre lo que debe hacerse público y lo que es privado, entre lo que es técnicamente correcto y lo que no esta visado. Piensen un poco sobre el tema porque lejos de garantizar las libertades vamos retrocediendo todos los días un poquito más a un esclavismo sin incertidumbres ni riesgos (para los de siempre, claro).
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