La Administración de España, como Estado enmarcado en una Unión Europea, debería recoger elementos de los sistemas europeos más avanzados,como es el caso de Francia.
El caso francés se caracteriza por ser un sistema con tres niveles administrativos. Todo esto se acompaña con buena dosis democrática en sus 96 departamentos, donde el racionalismo y la gestión de servicios públicos van encaminados al bienestar social.
He aquí, que en España, la Administración podría vertebrar sus 8077 municipios, a través de comarcas o áreas metropolitanas frente a la tendencia actual de reinos de taifas.
Las medidas que deben adoptarse con este diseño, es en primer lugar, un sistema de implementación bottom-up, con presupuestos participativos, donde el administrado haga suya la cosa pública. Frente a esto, lo que tenemos son actores enquistados en sus autonomías, con unos stakeholders concretos y unos grupos de interés bien definidos que influyen en el marco nacional, en algunos casos.
En segundo lugar, es necesario establecer controles externos (auditorías de gestión) a los procesos de implementación administrativa, procurando a los municipios la consecución de sus aspiraciones y al marco común una regeneración en sus procedimientos. Esto es, proveer al ciudadano de servicios públicos de calidad.
Por último, debe diseñarse una mayor coordinación entre administraciones, que deben acompañarse de medidas de solidaridad interterritorial, frente a la creciente oleada de agencias tributarias independientes. Esta tendencia centrífuga en la gestión de los recursos provoca más costes que beneficios.
Mi diagnosis se basa en una observación participante de cuadro sintomático específico: los diferentes rincones de nuestra geografía, donde abundan pueblos que cumplen el papel de límite geográfico de una comunidad autónoma. Allí he observado que el vecino septentrional siente las diferencias respecto a su vecino meridional, cuando de lo que se trata es recibir un trato igualitario allá por donde uno vaya o resida, sea en la Península, Canarias o Baleares.
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