Desde los albores de nuestro tiempo han existidos consejos de "sabios", consejeros reales, tablas redondas que ahora conocemos como gabinetes de crisis, comisiones de expertos o consejo de expertos. Esto viene a corroborar la idea de que la opinión cualificada de un grupo es mejor que la de una sóla persona.
Entendiendo mal el concepto de isegoría, por aquello de la sociedad de masas, tal vez estemos dando demasiada importancia a los métodos distributivos de análisis social. A diario se publican encuestas que marcando una tendencia conservan márgenes de error muy elevados y a veces se producen sorpresas. Otras veces, la estructura de una entrevista trata de llegar a un resultado preconcebido y hasta interesado. Somos demasiado atrevidos al creernos todo los que nos cuentan. La información debe ser revisada y filtrada porque no dispone las garantías de un visado colegial.
Suele haber mucho alquimista (sobre todo,en estudios de mercado) que no se arriesga a desmoronar sus conclusiones con elementos más cualitativos, derivados de la experiencia y la prudencia de personas, que mediante un método Delphi lleguen a esclarecer la realidad y permitan forjar soluciones.
Esto se puede extrapolar al ámbito profesional y académico: Los profesionales aislados no podemos hacer nada si no es con la contribución mutua de otros compañeros, tanto para observar la realidad, analizarla como para encontrar soluciones. Por consiguiente el titular de prensa a cinco columnas sería "No eres más que una parte de la estructura, pero tú como los demás, eres la parte más importante."
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