La primera razón y última de este blog es la expresión de temás (sean administrativos, fiscales, sociales o culturales) en virtud de lo que la razón va determinando. En este sentido he venido tratando diversos temas (sobre todo de carácter fiscal) con objeto de acercar conceptos y facilitar las cosas a mis lectores. Al parecer ya son bastantes y por lo que intuyo tienen la suficiente capacidad de juicio como para opinar sobre lo que deseen. Aquí no sucede como en esos pequeños nucleos rurales donde se aplican ley de fugas desde los escenarios del alcohol. Tampoco las cazas de brujas que se producen en algunas editoriales (locales y nacionales), en las que con un sentido bastante preadulto se dedican a denigrar y a ignorar a personas que contribuyen al bien común. No ha de callar pues nuestro teclado ante estas cosas, dado que entendemos que en definitiva todo es estructural, y esa estructura tan pobre de argumentos sólo puede modificarse mediante la acción del ser humano. Una acción que debe ser amparada por la razón y la honestidad científica de cuantos profesionales quieran expresar sus teorías legales, politológicas o económicas en esta bitacora, abierta al contraste y a la refutación.
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