Recuerdo que mis abuelos me contaban cuando era pequeño que trabajaban de sol a sol. Ahora comienzo a entender lo que decían. Hoy el Consejo de Ministros de la UE se reúne para decidir sobre la ampliación de la jornada laboral. Por fortuna la generación de mis padres consiguió fijar el tope actual en 40 horas semanales. Esta fue una conquista histórica de los trabajadores.
Pues bien, la propuesta de Eslovenia y Reino Unido es de elevar la misma a las 65 horas semanales, con el argumento de que debemos competir con China. Incluso los países más reticentes, como Francia, España y Grecia, han propuesto elevarla hasta las 48 horas semanales. Son nuestros gobiernos los que, contra los derechos de los trabajadores, abogan por un claro retroceso de las conquistas sociales.
Sin embargo, deben saber que mientras los señores que nos gobiernan no legislen en contra, entre el final de la jornada y el comienzo del día siguiente debe mediar como mínimo 12 horas y que también se consiguió por el esfuerzo de los trabajadores que dicha jornada nunca puede ser superior a 9 horas, salvo que en convenio colectivo se diga otra cosa y el aumento de precios nos deje tiempo para pensar.
Sin embargo, deben saber que mientras los señores que nos gobiernan no legislen en contra, entre el final de la jornada y el comienzo del día siguiente debe mediar como mínimo 12 horas y que también se consiguió por el esfuerzo de los trabajadores que dicha jornada nunca puede ser superior a 9 horas, salvo que en convenio colectivo se diga otra cosa y el aumento de precios nos deje tiempo para pensar.
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