Tras el cierre de la edición anual del Meeting Point de Barcelona hemos llegado a algunas conclusiones:La primera es que el precio de la vivienda ya ha tocado suelo y el mercado debe animarse tras el anuncio de bajadas en los tipos de interés. Aunque sólo se animará el mercado si se mantienen los precios.
La segunda es que la crisis se ha llevado por delante a miles de pequeñas inmobiliarias, por no decir a otras de mayor tamaño contruidas como castillos en el aire. Y la última es que la solución actual para activar el mercado inmobiliario es la fórmula del alquiler con opción a compra.
Esto supone, que la promotora o el particular alquila la vivienda con la garantía de que en un futuro se pueda optar a la compra. El beneficio en todo esto es que de las cuotas abonadas por alquiler, el 30% de las mismas, se considerarían como entregas a cuenta del valor fijado en el caso de la compra. Teniendo en cuenta que lo importante es el valor de uso de una vivienda y no el de cambio, dado que no es un movimiento especulativo, la fórmula parece tener el visto bueno de todos.
Ahora lo que el mercado inmobiliario demanda es que las entidades bancarias pongan en circulación el dinero que el Gobierno debe haberles inyectado. Salvo que lo destinen a otras cosas porque este dinero,de todos, no está sujeto a más control que el de los accionistas de las corporaciones bancarias.
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