El año de las soluciones: 2009

Me he prometido a mí mismo que en 2009 trataré de hacer lo que razonablemente sea lo mejor para conseguir mis sueños, que a buen seguro serán los de mi familia (en sentido lato), pues en sentido estricto mi única familia somos mi esposa y yo. Este año, no es el año de los agoreros que pretenden nublar los brillantes soles de esplendor económico, las felices y saludables mañanas, los misteriorosos atardeceres y las indescifrables noches que aún nos esperan.
Mientras oigo el rugir de los coches y los estertores del consumismo multinacional de estas fechas festivas, siento que es hoy cuando comienza el verdadero espíritu de la navidad: el trabajo, la paz y el amor que debemos profesar para quien lo merece, en este curso que se inicia hacia una Itaca no muy lejana. A todos, buena suerte para 2009.

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