La euromentira: Parlamento Europeo.

Muy pronto habrá una campaña sobre las bondades del Parlamento Europeo (PE), pues este año, como cada cinco, se celebran elecciones para elegir a los 785 europarlamentarios. Probablemente digan que ellos van a representar a los 490 millones de europeos de los 27 Estados. Y todo, por un módico precio: un europarlamentario italiano gana 11779 euros mensuales, un británico 7216 euros en 12 pagas y un español 2540 euros, en 14 pagas, más dietas.
También le contarán la vieja historia que a mí me contarón en 5º de Ciencias Políticas sobre que el órgano, aunque se creó en los años 50, la primera vez que se constituyó a partir del sufragio popular fue en 1979. Que las funciones son las de legislar, controlar y aprobar los presupuestos.

Pero a medida que uno profundiza se da cuenta de que por un lado, la participación electoral en este tipo de comicios es muy baja y por otro, las funciones de este Parlamento están bastante diluidas.

¿Por qué? En primer lugar, debe aprobar la legislación europea, pero siempre debe tener el acuerdo del Consejo. En segundo lugar, es un mecanismo de control de las demás instituciones de la Unión Europea, sobre todo de la comisión, pero en su caso, debe censurar a toda la Comisión en conjunto, por lo que es raro que utilice esta prerrogativa. Y finalmente, puede aprobar o rechazar el presupuesto, pero en su totalidad.

Esta falta de operatividad es lo que hace que los ciudadanos no quieran perder su tiempo eligiendo a simples peones del ajedrez comunitario. Cómo habrán apreciado, no todos son remunerados por igual, lo que hace sospechar de la presencia de lobbyes que manejan los verdaderos hilos. El Parlamento Europeo debería tener unas funciones más proclives al interés común y con más capacidad de ser desempeñadas, siempre que no la entendamos como un macro consejo de administración de un club de empresas en constante disputa.

No obstante, el 7 de Junio será un test interesante para las clases políticas nacionales y para analizar el grado de sintonía de los electores con la política.

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