Entre las 13 y las 17 horas de ayer tuvo lugar un incendio en el edificio Berlaymont. Es decir, la sede principal de la Comisión Europea en Bruselas. La causa pudo ser un cortocircuito. Aunque también sabemos que, con ocasión de la próxima cita con las urnas, se están desatando fuegos cratológicos en el territorio español.Como es de esperar los grandes partidos están enredados en la particular lucha bipartidista, mostrando los peores modales, entre cifras de paro y patrones de trajes. Los partidos de centro se remueven con acusaciones de intromisión. El emergente UPyD parece estar acabando con la paciencia de Ciutadans, a resultas de la grave escisión que le está causando. Aunque tal vez deban mirar a sus compañeros de viaje. La coalición Libertas parece estar causando cierta soledad en el Parlament a Rivera.
Todas esas luchas inter-partidistas no crean que al final darán grandes frutos. Lo previsible es que los niveles de abstención sean muy elevados. De modo que con ilegalizaciones o sin ellas, con fichajes estrella en las listas o con mayores distorsiones de la realidad en los medios de comunicación, el resultado será el mismo.
El incendio de ayer fue sofocado con cinco dotaciones de bomberos, el de España se sofocará tras las europeas. Es entonces, cuando comenzará a configurarse el nuevo mapa político. A buen seguro que surgirán nuevos partidos, más moderados y realistas. El escenario político se entenderá más claro y tras el verano. Esto es, la economía se dinamizará. En conclusión, eso es lo que esperamos todos, y no cuantos escaños, sin funciones prácticas, van a tener las formaciones españolas. Si el partido se juega en Europa ¿porqué quieren marcar los goles en España?.
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