El éxito a falta de una vuelta.

Muchos pierden la carrera por celebrarla antes de tiempo. Eso es lo que le ocurrió a Julio Simón este fin de semana en el G.P de Catalunya, en su serie de 125 CC. Luego, podemos entender que parece que vio antes de tiempo el cartel de Lap 1. Pero lo cierto, es que al final quedó cuarto.

Esto suele ocurrir en el deporte, y en otros órdenes de la vida. Hay quien piensa que no necesita esforzarse más, que no precisa del servicio abnegado de su plantilla, de su staff o de su militancia. Y el resultado es ese, cuando se bajan los brazos. Es precisamente lo que puede ocurrir a un Estado que ve brotes verdes y no puntos negros. O a un club deportivo que piensa que con dinero todo se arregla, sin esbozar siquiera el talante del compañerismo. Es lo que puede pasarle a un ejército que subestima la fuerza del enemigo o a un observador que resta importancia a la para -policía italiana. Vivimos tiempos en los que nada es tan seguro. De lo que sí podemos tener certeza es de que el honrado esfuerzo nos lleva si no a una victoria segura, al menos a una recompensa vital.

Comentarios