Fin de curso 2008/2009

Se acaba el curso escolar y el de las rentas. Esta noche muchas personas en la hoguera de San Juan quemarán sus viejos papeles deseando mejoras para el venidero.

Muchos niños, casi un tercio tiene fracaso escolar. Y esto no se debe a que los profesores sean peores, sino a que su actitud ante el aprendizaje es nula. Actitud alimentada por la excesiva tolerancia paternal ante el consumo de televisión, ordenador y telefonía móvil.

Cuando antes no te daban la llave de casa hasta los 12 o 13 años, ahora a esa edad tienen de todo. Y si no lo tienen ya se encargará el gobierno de suministrarle ordenadores, mientras el Ministerio de Justicia amontona legajos sin digitalizar.

Ya no hay iniciativas educativas como las de Giner de los Ríos, sino impulsos pueriles de ministros y ministras con poca preparación. Si a esto le unimos la atomización del sistema en torno a comunidades autónomas asimétricas, solo nos puede salir un encaje de difícil salida. Es precisamente la base de nuestro desarrollo la que está en juego. Que alguien en la hoguera de esta noche pida un sistema educativo, público, mejor.