Los dictadores, déspotas o personajes populistas suelen decir eso de "Qué mala es la política". En Irán eso debio pensar el señor Mahmud Ahmadinejad ayer por la tarde. Parece que buena parte del pueblo iraní está en descuerdo con el resultado oficial de los comicios. Será porque Mir Hosein Mosavi tiene el apoyo de la población urbana. Un apoyo que ha dejado ya siete muertos y miles de detenidos. Los medios de comunicación extranjeros han sido expulsados y la telefonía móvil suprimida.
La desmovilización política es practicada en todos los rincones del planeta por quienes tienen algo que perder. Los conductistas ya nos ilustraron métodos de acción-reacción. Lo que no es de recibo, es que en pleno siglo XXI el método siga siendo el del palo y la zanahoria. ¿Tan pre-morales nos consideran?
Irán puede ser la clave de la paz en Oriente Medio. Si prosigue la escalada nuclear de su presidente no se augura más que un reforzamiento de las posiciones sionistas, y la represión consiguiente, en el territorio palestino. En cambio, si hay un giro hacia la moderación y el entendimiento, nos podemos ahorrar los luctuosos titulares que con tanta frecuencia se dan en estas coordenadas del planeta.
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