Cantos de sirena.

No trato de posicionar un blog entre un parque automovilístico. Conocido es mi aprecio por el transporte público, aunque no hasta el extremo de insertar un anuncio imposible. No digo imposible por cuestiones materiales, sino por su semántica. No transmite nada. De manera, que la única pretensión del montaje es mostrar algo que no existe.
Eso es precisamente lo que a diario nos difunden. Muchas de las estadísticas que se manejan no son del todo ciertas, e incluso datos contrastados, pueden ser analizados desde diferentes perspectivas. ¿Es bueno, es malo? ¿Quién lo sabe?. Gran parte de las noticias del bosque gráfico son artificiales. Esto significa que, físicamente, otras que debieran ser portada, no salen nunca. Ni siquiera, en forma de obituario.
Si existe libertad de expresión, algo falla. Tal vez, la relación mercantil entre el profesional y su empresa de referencia. Pero ¿y cuándo ocurre en webs oficiales?.
Por fortuna, este blog esta libre de esas hipotecas y hasta el momento, vengo analizando la realidad que me parece importante. Soy amigo de la propuesta y la sugerencia, a condición de no basarme nunca en el artificio o en lo virtual. Porque al final la burbuja informativa, o el rumor, puede romperse y con sendas cosas, la credibilidad. Nunca es menos cierta la frase "verba volam et scripta perduran", porque ni siquiera, lo que está escrito es permanente.
Sé del riesgo del ostracismo allende mis dominios. Sólo siento por aquellas entidades, que no quieren compartir el denominador común de mis escritos. Sobre todo, porque se creen poseedoras de la verdad. Los hechos, y vosotros mis lectores, me dicen que, por suerte, son la dichosa excepción que confirma la regla.
En este camino, que es la vida, he aprendido que tener una sóla idea es augurio de un error venidero. Más equivocación aún, en los tiempos que vivimos, cuando todo tiene que pasar por la criba del número relativo y la dictadura del laberinto. Del "laberinto español", por supuesto.

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