El sistema económico tiene un cáncer: la especulación. Y por su beneficio se han permitido todo tipo de prácticas abusivas. Se imaginan que alguien arriesgase su coche en un casino ¿no sería justo que si lo perdiese no se le condonase su deber de entrega? Pues en este sistema económico las cosas parecen funcionar de otro modo. Tanto es así, que el cáncer sigue. Por ejemplo, el Gobierno de España ha decidido una vez compensados los bancos, aumentar el gasto público. Para ello, se planea una subida de impuestos. Pero ¿qué impuestos subirán? Si suben los indirectos repercutirá en el consumo y si los suben los directos en las rentas. Al parecer quieren gravar las rentas de capital. Pero así desincentivarán el ahorro. ¿No sería mejor gravar movimientos especulativos?.
Contra esto, el cáncer de la especulación sigue. Es una máquina que no puede parar. Y eso es así, porque el sistema bancario nada tiene que ver con la democracia. Ni siquiera el BCE. Y así, se incrementan comisiones e intereses crediticios de manera artificial.
La producción sólo esta relacionada con el movimiento especulativo. Carrefour o Ikea no sólo te venden el producto. Invierten en estrategia y en posicionamiento de bolsa. De modo que aunque su precio sea más barato lo que les importa es que lo compres con su tarjeta. Todas las redes comerciales han visto los beneficios de la financiación. Sea un piso, un coche o hasta una lavadora. Incluso los teléfonos móviles vienen ya provistos de seguros. Especulación sin límites. Por eso, a fin de mes la mayoría sigue preguntándose si podrá seguir consumiendo. No a ese ritmo. El ritmo de una cadena cancerosa que hace estragos y que los gobiernos sólo esperan a que remita la enfermedad. Porque no saben cómo curarla.
La solución es volver a la economía productiva. Una producción que debe mirar las necesidades reales de consumo. El beneficio debe ser la resulta de la justa recompensa monetaria a un trabajo bien hecho. Efectivamente, el trabajo que tanto necesita la población activa y las empresas que no juegan a los dados.
La solución es volver a la economía productiva. Una producción que debe mirar las necesidades reales de consumo. El beneficio debe ser la resulta de la justa recompensa monetaria a un trabajo bien hecho. Efectivamente, el trabajo que tanto necesita la población activa y las empresas que no juegan a los dados.
"Hagan juego señores, que lo que se hace en Las Vegas, va a la tumba."
Comentarios
Las soluciones que yo propongo son:
-Las ayudas deben llegar a la pequeña y mediana empresa, en forma de incentivos directos al empleo de calidad.
-Hay que controlar el mercado laboral de salida a través de declaraciones telemáticas de empresas.
-Hay que gravar las operaciones especulativas.
-Hay que regular el sistema bancario, con una cohabitación banca pública y privada. Es necesario ya, el crédito para que funcione la economía.
-Es necesario acortar los plazos de fichaje de la cartilla del desempleo y activar políticas de formación.
-Hay que modular, por tramos,el número de trabajadores en función del beneficio.
-Debe fomentarse el autoempleo, con exenciones en las primeras cuotas del RETA.
*Se aceptan sugerencias para un cambio de modelo económico.