La victora de Chelsea y AC Milán.

Para afrontar cualquier reto en la vida ni hay que dar la batalla por perdida, ni creer que el oso está cazado.
La película del partido de ayer en Londres fue la de unos futbolistas rojiblancos que esperan a que los antiguos genios del Calderón les visiten y les inspiren, para dar a su juego el toque de genialidad necesario para triunfar. Pero no se presentaron ni los fantasmas logrando una terrible derrota, que les aparta de la competición europea. Entre Kalou y Lampard se merendaron a los 10 jugadores, sobre todo a los defensas colchoneros. Y digo los 10, porque el único que supo hacerles frente fue el maravilloso portero Asenjo, que evitó el desastre. Es posible que Abel cobre el finiquito, pero al Atlético, y es palmario, le faltan buenos defensas.

La otra gran humillación se vio en el Bernabeu. El equipo madridista perdió, incluso con la anulación de un gol legal del Milán, cuando el resultado estaba empatado. El equipo albino creía que tenía enfrente al geriátrico de San Siro. Pero el Milán tuvo la firme decisión de darle la vuelta a un partido, que comenzó adverso, y rematar la faena a dos minutos del final. Tras la fuerte inversión realizada por Florentino Pérez podemos decir que, lo de ayer, fue un auténtico galacticidio. De modo, que los italianos se llevan una alegría al saber que el Real Madrid es vulnerable.
Todos los españoles, nos guste o no el fútbol, sentimos cierta tristeza porque Barça, Madrid y Atlético han salido mal parados de sus recientes competiciones europeas. Suerte que el deporte es más que fútbol, y aún queda la esperanza del buen juego en baloncesto. A la victoria azulgrana de ayer podemos sumar las que conseguirán equipos como el Tau de Vitoria. Más alegría con menos presupuesto.

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