Granada es un vivo ejemplo de la sana pluralidad y el contraste. Una ciudad ajena a las teorías de Samuel Hungtinton.
Sobre la ladera albayzinera se asienta una creciente población musulmana, entre el olor del té y las tiendas de alfombras. Una población que ha introducido el rito halal en las carnicerías y la comida kebab. En el centro, la burguesía católica habita en torno a la numerosa arquitectura religiosa, con el sabor de los churros con chocolate y los vinos más selectos. El Realejo nos recuerda a aquella Garnata al-Yahud, donde destacaron las mentes más lúcidas, y que por fortuna se han ido reproduciendo de generación en generación.
Sobre la ladera albayzinera se asienta una creciente población musulmana, entre el olor del té y las tiendas de alfombras. Una población que ha introducido el rito halal en las carnicerías y la comida kebab. En el centro, la burguesía católica habita en torno a la numerosa arquitectura religiosa, con el sabor de los churros con chocolate y los vinos más selectos. El Realejo nos recuerda a aquella Garnata al-Yahud, donde destacaron las mentes más lúcidas, y que por fortuna se han ido reproduciendo de generación en generación.
En el barrio zaidinero o en la Chana, trabajadores y jubilados conviven en viviendas, la mayoría protegidas, con una nueva población sudaméricana. La Chana referente de espacios deportivos. El Zaidín, tras la polémica del metro, tendrá metro y nuevos espacios, como el creado tras la nueva remodelación de Santa Adela. Ambos sitios geniales para el tapeo.
Almanjayar, tiene un acento gitano y subsahariano. Con ellos conviven gentes sencillas que tienen dos centros comerciales al lado de casa. Este barrio norteño presagia y desea un nuevo desarrollo en torno a Joaquina Eguaras, de nuevas infraestructuras y de transportes que la conecten con la ciudad nazarí.
Granada, es contraste de temperaturas, es la noche de la movida y el día del tapeo. Es la desemejanza de una minoría culta, universitaria y tertuliana y una población trabajadora de relajadas costumbres.
Todos son y somos necesarios en esta maravillosa ciudad oriental, que se debate entre la superficie, su acuático subsuelo y su limpio cielo. Una urbe con muchos ríos: el Genil y el Darro.
Granada, es la capital de las ciencias, al tiempo que de justicia,de la poesía más exquisita y del rock/indi más fresco.
Al pie de la sierra más alta y nevada, con la cercanía del mar. La capital del Este Andaluz es ese maravilloso contraste hecho arte.
Todos son y somos necesarios en esta maravillosa ciudad oriental, que se debate entre la superficie, su acuático subsuelo y su limpio cielo. Una urbe con muchos ríos: el Genil y el Darro.
Granada, es la capital de las ciencias, al tiempo que de justicia,de la poesía más exquisita y del rock/indi más fresco.
Al pie de la sierra más alta y nevada, con la cercanía del mar. La capital del Este Andaluz es ese maravilloso contraste hecho arte.
Fuente de la foto: Junta de Andalucía (que contraste... ¿no?)
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