La necedad como habilidad social.

Esta España tenebrosa de la crisis, más moral que económica, tiene como máxima categoría la habilidad de la mala educación. Esta comunicación, cuyo origen es la necedad, es impulsada por el poder mediático. Se caracteriza por la falta de autocontrol emocional y por la utilización de un vocabulario soez, y a menudo incorrecto. Si el en siglo XX el acceso a la cultura y a la capacidad de oratoria era un privilegio restringido a unos pocos, ahora con la docencia universalizada se le desestima y envilece.
El control social, y la selección de las clases sociales, se inicia en la familia, en los centros educativos y se impulsa desde los medios de comunicación. Tal es el caso de las cadenas de Berlusconi (Telecinco y La Siete) dispuestas a crear una nueva virtud: la necedad.
Así, además de una tele-realidad, cada vez más pornográfica, nos invitan a ver la humillación de ilustres periodistas del corazón o a la degeneración de los concursantes. Cosa que es autorizada por una licencia estatal y respaldada por cerca de un veinte por ciento de la audiencia.
No son pocos los profesores, que deben aprobar a buena parte de su alumnado para no tener problemas con los padres. De tal manera que, las faltas ortográficas y las ignorancias matemáticas, se propagan como la pólvora en teléfonos móviles y ordenadores.
En este estado de la Nación, se establece un auténtico dualismo formativo y por ende laboral, en el que el privilegio de la cultura es para el pueblo pero sin el uso del pueblo. Así, que este pueblo tiende a ser humillado y abdica de sus derechos más elementales. Es justo, lo que el poderoso pretendía y, sin mancharse la corbata, ha conseguido. Seguro que este artículo no causará la empatía suficiente, y estará a punto de ser reprobado. Precisamente, porque es hartamente difícil la rehabilitación de unos mínimos esquemas de racionalidad, y por consiguiente, de libertad en la vida de nuestros coetáneos. Los que nos socializamos en la transición de la democracia orgánica a la monárquica, y disfrutamos de las becas del Estado del Bienestar, podemos aún luchar por ese sueño. El sueño, por el que nuestros padres dieron su esfuerzo y su patrimonio, de vernos cada día más formados, más instruídos, más civilizados y en definitiva, más libres. Y en ese sueño, no caben triunfitos, musculitos, damiselas y viceversa.
Los triunfitos porque son el referente del éxito fácil y efímero. Los musculitos por su apología a la testosterona y la falocracia. Las damiselas por su lenguaraz y alquilado discurso, que origina más corridas de rimel y cefaleas que satisfacciones intelectuales. Y viceversa, porque la posición de esta auténtica bazofia socializadora no altera el producto.
Nota:
La imagen "Sin picardías no hay paraiso" es un disco de varios autores, distribuido por Discos Fuentes y cuyo título parodia una serie de Telecinco, donde se muestra la vida del narcotráfico y la prostitución.

Comentarios

. ha dicho que…
Llevas razón. Algunos ejemplos que he encontrado son estos:
http://www.telecinco.es/salvame/detail/detail17535.shtml
http://www.lavozlibre.com/noticias/ampliar/18976/noemi-de-mujeres-y-hombres-y-viceversa-hizo-porno-lesbico