Maleta, para cuatro días

 

"El verdadero viaje de descubrimiento no consiste en buscar nuevos paisajes, sino en tener nuevos ojos." Marcel Proust.


 

Una maleta para cuatro días debería ser una maleta ligera de equipaje. 

Lo importante  no es el bagaje, sino  hacer bien el camino. Los árboles proveerán sombra y fruto. El sol y la luna nos darán la luz. No hay que equivocarse, lo fundamental para vivir te lo regala la naturaleza.

Venimos al mundo con una maleta, para cuatro días.Y nos empeñamos en llenarla para hacer más pesado el viaje.

Llenarla de dinero creyendo que da la felicidad, cuando equivocamos que el metal sólo es un medio y puede ser nuestra cadena.

Llenarla de egocentrismo cargándonos de razón, cuando justamente es eso lo que asesta el mayor golpe al crecimiento y la autoestima. Como dijo Platón "la primera y mejor victoria es conquistarse a sí mismo".

Nos aturden los cachivaches, los artículos de feria con caducidad anunciada, de modas absurdas impuestas desde las Big Four. Otras veces nos entretienen los trileros y la moneda nunca aparece. No importa si llegas a conseguir algo, para poder avanzar, deberán tirar lo contingente en cualquier recodo de la travesía. Procura no caerte.

Desde hace tres años entendí que es mejor mochila que maleta para cuatro días. Imagina que a tu camino le restan para el final  tres, o dos, o sólo una jornada. Ahora deja de imaginar. El  sentido y el final del camino pueden cambiar en sólo un minuto.

¿Te vas a perder las sonrisas por soportar una maleta?

Deja tu estela con afabilidad. Valora a la gente que de verdad te quiere. Disfruta de los momentos de creatividad y armonía. El conocimiento no pesa. Todo lo demás, sobra.

 


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